miércoles, 3 de marzo de 2010

El Modelo Socialista, Ludovico Silva

Vamos a intentar ahora delinear, de un modo muy sintético y apretado, las características fundamentales del modelo socialista. Esta es una tarea casi imposible, porque siempre se corre el riesgo de utopizar de modo absoluto o de dejar fuera algún elemento importante. En todo caso, si pecaremos de algo será de exclusión y no de inclusión, porque consideramos que las características siguientes pertenecen de modo total al modelo de una sociedad socialista.

1° En la sociedad socialista deben desaparecer esos que Marx consideraba los tres grandes factores histórico-genéticos de la alienación humana, a saber: la propiedad privada, la división social del trabajo y la producción mercantil. La propiedad privada debe extinguirse, no sólo en su aspecto material relativo a los medios de producción y de distribución, sino también en el aspecto espiritual; en los países llamados socialistas actuales se mantiene la propiedad privada de la conciencia y del derecho a la crítica y a la disensión. La división del trabajo debe ser superada por lo que Marx llamaba "el desarrollo universal" (all-seitige Entwicklung) de las capacidades", de modo que aunque unos hombres se especialicen en determinados campos, la totalidad de los hombres conozcan lo que hacen los especialistas. En cuanto a la producción mercantil, deberá extinguirse la economía mercantil y monetaria, porque mientras el dinero y el valor de cambio sigan siendo el módulo del tráfico humano, seguirá existiendo la explotación.

2° La supresión de la propiedad privada también implica la supresión de la apropiación privada del sobreproducto social. En las sociedades de transición hacia el socialismo, la socialización de los medios de producción está todavía ligada a la apropiación privada del producto necesario en forma de salario, de cambio, de venta de fuerza de trabajo por un salario en dinero [Cfr. Ernest Mandel, Tratado de Economía Marxista, ERA, México, 1969, Cap. XVII, vol II, passim.]. En las actuales sociedades de economía planificada, como dice Ernest Mandel, subsiste una contradicción social basada en una contradicción económica: "El 'trabajo' considerado como desarrollo integral de todas las posibilidades de cada individuo, y al mismo tiempo como servicio consciente del individuo a la sociedad, resulta una noción incompatible a la larga con la noción de 'trabajo' como medio de 'ganarse la vida', de asegurarse los medios de subsistencia o, llegado el caso, todas las mercancías y servicios que permiten satisfacer las necesidades individuales" [Ibidem, II, p. 259.].

3° El socialismo necesita para poder iniciarse de hombres cualitativamente nuevos, que son los revolucionarios que han sabido, dentro de la vieja sociedad, formarse de acuerdo a un principio humanista para poder construir el socialismo. Esta idea procede de Lenin y del Che Guevara. Sin embargo, la revolución psicológica al nivel de toda la sociedad sólo podrá tener lugar cuando asistamos a la extinción de la economía monetaria gracias a la producción de una abundancia de bienes y servicios. La conciencia socialista, que no debe considerarse como un simple "reflejo" de la revolución económica, sólo podrá lograrse cuando se supere la realidad cotidiana de una distribución racionada por el dinero [G. Mandel, Ibidem, II, p. 260.]. Este problema no ha sido superado en las actuales sociedades de transición hacia el socialismo, y no sólo por las "supervivencias capitalistas", sino por motivos estructurales que conciernen al funcionamiento específico de esas sociedades.

4° También tiene que desaparecer la mentalidad adquisitiva de los individuos como móvil esencial del comportamiento económico. Este fenómeno tendrá que producirse en todas las zonas de la psique humana, que según Freud se compone de conciencia, proconciencia e inconciencia. Al nivel de la conciencia, se deberá tomar una actitud revolucionaria y transformadora, íntimamente ligada con el conocimiento del funcionamiento de la sociedad, al revés de lo que ocurre en los niveles medios y bajos de la sociedad actual, en la que el Estado funciona como un ente incomprensible e inaccesible. Al nivel de la preconciencia, deben se desterradas todas las representaciones ideológicas de la antigua sociedad; o dicho más fuertemente, deberá desaparecer la ideología misma, en el sentido de concepción del mundo de las clases dominantes; al desaparecer las clases, desaparecerá la ideología de clase, que será sustituida por una representación del mundo destinada a comprenderlo y no a justificar un orden de explotación. Al desaparecer la explotación, desaparecerá toda ideología justificadora de la misma. Althusser afirma que en la sociedad socialista "no puede no haber ideología", cosa que aceptamos, pero que debe matizarse de la siguiente forma: la representación del mundo no será primordialmente ideológica, sino espiritual. La ideología no será la forma ideal dominante. Y al nivel de la inconciencia, al desaparecer de los medios de comunicación y de educación individual y colectiva la ideología represiva y consumista, desaparecerán las represiones oscuras que condicionan al hombre a la lealtad inconciente hacia una sociedad explotadora. Como dice Mandel en feliz metáfora (que es más que una metáfora), la sociedad dejará de ser madrastra para convertirse en madre generosa, y esto incidirá en la inconciencia de los individuos.

5° "El nuevo modo de vida sólo puede nacer de una integración de un nuevo modo de producción y de un nuevo modo de distribución [Ibidem, II, p. 261.]. Se debe cambiar la noción de propiedad. En las actuales sociedades de transición hacia el socialismo, la propiedad se entiende como propiedad colectiva; pero esto no es un principio socialista. El verdadero principio socialista implica la propiedad de todos los miembros individuales de la colectividad.

6° La economía deberá estar orientada hacia la satisfacción de las necesidades de todos los individuos. Esto significa que la economía deberá basarse en la vigencia universal del valor de uso y en la desaparición de los valores de cambio como elemento dominante en la economía. En las actuales sociedades de transición existe lo que se llama el "salario social", que consiste en la socialización de los costos. Este salario social prefigura la nueva economía orientada hacia la satisfacción de todas las necesidades individuales.

7° Tiene que haber un desarrollo prodigioso de las fuerzas productivas, a fin de satisfacer todas las necesidades de los individuos. Este desarrollo forma parte de la extinción del capitalismo desarrollado, cuyas fuerzas productivas enormes entrarán en conflicto con las relaciones de producción, basadas en la obtención del máximo beneficio privado y en la explotación de la fuerza de trabajo. La riqueza generada por las fuerzas productivas tiene que distribuirse según las necesidades, y no exigirá, como en el capitalismo, una cantidad de trabajo exactamente medida.

8° Los servicios sociales tendrán también que regirse de acuerdo a las necesidades individuales. En las actuales sociedades, donde funcionan como principios socializadores cosas tales como los hospitales gratuitos, se ha observado que los pacientes provenientes de clases superiores o adineradas son tratados con mayor dedicación por los médicos, en tanto los pacientes de clases inferiores son relegados a los estudiantes. Esta preferencia no es siempre conciente, y sólo podrá desaparecer con la misma sociedad de clases.

9° La automatización progresiva hará inútil la utilización del trabajo humano vivo entendido como fuerza de trabajo que crea valor y que requiere de un salario. Con la socialización de las empresas, desaparecerá la necesidad de los cálculos en dinero efectivo, que será reemplazado por la llamada "moneda ideal". Igualmente, la socialización de los servicios obligará a la economía monetaria a concretarse y limitarse a los "servicios personales", y aun así, éstos tendrán que prescindir de las antiguas relaciones monetarias derivadas de la desigualdad social. Cosas como la distribución del pan, la leche y los periódicos pasarían a ser servicios públicos gratuitos. Esto, como dice Mandel, desencadenaría una revolución psicológica sin precedentes en la historia de la humanidad, esa historia de 7.000 años de explotación. Desaparecerían la inseguridad y la inestabilidad de la existencia material. Desaparecería igualmente el apego a la propiedad privada, y el hombre nuevo socialista consideraría tan "natural" la solidaridad con sus semejantes como hoy se considera natural el esfuerzo de triunfar individualmente a expensas de los demás.

10° Esa segunda naturaleza human que es la "cultura" estará integrada de modo natural a la estructura biológica del ser humano y a su estructura psicológica. La "cultura", que en la antigua sociedad era patrimonio de las clases pudientes, se socializará de tal modo que será patrimonio de cada individuo. Las viejas enseñanzas de los humanistas clásicos serán revalorizadas en lo que tienen de examen de la esencia del hombre y su dignificación, y serán despojadas de su carácter clasista. El hombre culto se identificará como ser social, porque aprenderá a saber que lo es no sólo un sentido socioeconómico, sino también biológico, pues la estructura del cuerpo humano y sus funciones -en especial la psicológica y la sexual- necesitan esencialmente de otros seres humanos para realizarse.

11° La guerra como solución "demasiado humana" a los problemas económicos y políticos desaparecería. La teoría de que la guerra es necesaria proviene de cierta psicología ya superada que nos habla del "instinto de agresión" o del "instinto de destrucción". La biología contemporánea ha rechazado esta tesis, así como también la moderna psicología. Una psicóloga como Lauretta Bender ha demonstrado que la agresión, en lugar de ser "innata" en el niño es producto de ciertas deficiencias que existen en las relaciones entre el niño y el medio ambiente. Por otra parte, como el socialismo por definición será un fenómeno mundial, desaparecerá la división actual del mundo en zonas de influencia o bloques económico-políticos, con lo cual desaparecerá a su vez la guerra imperialista que hoy practican todas las grandes potencias, y aun otras que no son tan grandes.

12° También se extinguirá la sociedad de clases. Tanto la burguesía como el proletariado, así como otros estratos sociales que hay en la sociedad contemporánea, llegarán a la igualación universal bajo el principio marxista de: "A cada quien según sus necesidades; de cada quien según sus necesidades", como dice la Crítica del Programa deGotha. La burguesía habrá cumplido su papel histórico, que fue revolucionario, y el proletariado se realizará negándose histórica y dialécticamente. Las clases marginadas dejarán de ser tales para incorporarse al aparato productivo de la sociedad. Paradójicamente, esta igualación de las clases estará sustentada por la desigualdad entre los individuos, y el derecho burgués, que es un derecho igual, deberá ser sustituido por un derecho desigual, como decía Marx en la Crítica del Programa de Gotha. "Paradójicamente, lo que aparece como fin del socialismo es, precisamente, el desarrllo integral de la desigualdad entre los hombres, de la desigualdad de sus personalidades. Pero esta desigualdad personal no significará ya diferencia de poder económico; no implicará ya desigualdad de derechos o privilegios materiales. Sólo podrá extenderse en un clima de igualdad económica t material" [Mandel, Ibidem, II, pp. 277-8.].

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tu informacion no me sirve

RICHARD dijo...

Utopica